La enseñanza de los procedimientos debe proporcionar a los alumnos la oportunidad de conocerlos, usarlos en el contexto adecuado y utilizarlos para realizar más aprendizajes. Los alumnos pueden aprender los procedimientos a partir del modelo brindado por la actuación del docente. Para aprender los procedimientos se pueden utilizar los siguientes recursos:
- La imitación de modelos de actuación (un experto muestra cómo se lleva a cabo el procedimiento)
- La explicación directa del profesor acerca de cómo llevar a cabo el procedimiento y la actuación del alumno de acuerdo con esa explicación.
- La reflexión acerca de cómo se ha realizado el procedimiento (se analizan los caminos elegidos con el objeto de describir cómo se hizo lo que se hizo).
Además, diversos trabajos de investigación muestran que puede darse entre los contenidos conceptuales y los procedimentales. La transformación del conocimiento conceptual en hipótesis y llevarlas a la evaluación empírica no es suficiente para desencadenar el crecimiento conceptual. Los alumnos requieren de un ingrediente adicional, el diálogo alrededor de este conocimiento conceptual.
Como Piaget lo anticipó, que una forma altamente productiva de diálogo entre los alumnos que sostienen puntos de vistas diferentes era productivo para producir el aprendizaje y que generalmente este diálogo productivo o debate en clase podría verse afectado por la presencia de figuras con autoridad como los padres de familia e incluso los profesores.
El problema surge entonces cuando tratamos de desarrollar los conocimientos procedimentales a partir de las figuras con autoridad utilizando el debate. Las investigaciones indican que la efectividad de los debates para adquirir los contenidos procedimentales depende de cómo actúan las figuras con autoridad y cómo éstas son percibidas por los estudiantes. No siempre una estrategia promovida por los docentes favorece el desarrollo de los contenidos procedimentales (Howe, C. y col, 2000:362-63).
En los primeros años de la educación general básica, la presencia de diseños de índole experimental es muy escasa. Allí es necesario secuenciar las actividades en un orden de creciente autonomía para los alumnos y de reflexión constante acerca de las acciones realizadas. Esta reflexión constante o reflexión metacognitiva, permite reconstruir las características del modo de actuar y también, en este sentido, poner en palabras la lógica de las acciones seguidas en el curso de la tarea. La reflexión sobre la acción parece ser una vía que resulta fértil para el aprendizaje de los procedimientos y adecuada para conseguir mayor significado en el aprendizaje y, por lo tanto, una mayor capacidad de transferencia del saber construido.
Con la intervención del docente se trata, pues, de introducir cambios en ese modo espontáneo de resolver problemas, con el objeto de que los alumnos puedan aprender a enfocarlos desde el punto de vista estratégico, mediante el aprendizaje de las cinco grandes categorías de procedimientos generales descritas. Con la enseñanza de los procedimientos, se pretende acercar a los alumnos a una forma de trabajo más rigurosa y coherente con la empleada en el campo de las ciencias naturales, que toma como referente los procesos de producción de conocimientos en el campo de las ciencias, pero que se diferencia de ellos por su contexto de producción y su finalidad.
Para el aprendizaje de los procedimientos es necesario crear una secuencia didáctica que parta de actividades dirigidas, de la aplicación de modelos dados por el profesor, y se dirija a poner en práctica actividades más abiertas y de mayor autonomía de los alumnos.